Villa Kliff en Garrovers

Proyecto moderno de líneas minimalistas
Situar una atalaya sobre una elevación del terreno de forma estratégica para dominar el paisaje ha sido una constante desde tiempos inmemoriales y, a día de hoy ,situar una construcción en un enclave elevado resulta privilegiado.

El solar sobre el que ubica este proyecto arquitectónico está situado en la localidad de Bunyola, Mallorca, a unos 15 minutos de Palma, en una urbanización independiente del núcleo urbano tradicional, sobre una colina desde la que destaca la vista toda la bahía de Palma y una parte importante del llano que forma el centro de la isla Mallorca.

La parcela tiene una forma rectangular con pendiente muy pronunciada de noroeste a noreste, accediendo a la misma por la zona noroeste más elevada.
El programa del prisma se divide en dos zonas principales paralelas a la pendiente, en la fachada del acceso se sitúa una franja de menor tamaño que alberga todos los servicios (baños, cocina…), en la otra franja todas las estancias, hacia el asoleo y las vistas. 

La zona de los servicios busca una mayor proximidad con el paisaje inmediato y tiene así una mayor relación con el jardín e incluso parte del programa de desarrolla también en exterior. 
Nuestros arquitectos crean así este contraste en la relación con el solar, en que una fachada está vinculada al solar y la opuesta desvinculada del mismo mirando al horizonte.

Desde la franja de servicios se desciende al nivel donde encontramos tanto el garaje como la salida al porche bajo el prisma que es un gran espacio protegido del sol directo en los meses más calurosos de Mallorca. 
El punto fuerte de este solar son las vistas y el reto, como punto de partida, es incorporar este paisaje a la vivienda para establecer un diálogo entre el edificio, el paisaje y la luz de mediterráneo. 

Nuestro despacho de arquitectos propone una construcción que se alza sobre la parcela, la vivienda es un prisma únicamente apoyado en uno de sus laterales que flota sobre el terreno de manera paralela a la pendiente, opaco en los laterales y completamente abierto frontalmente para buscar y enmarcar este paisaje.

Ese prisma cobija un gran porche donde ubicamos la piscina, solárium y cocina exterior quedando el garaje enterrado y oculto entre el porche y el terreno. 

Desde la calle el edificio se presenta como una construcción de una única planta asentada sobre el terreno, de forma que cuando accedemos a la vivienda en sentido descendiente nos sorprende enmarcándonos las vistas panorámicas de la isla de Mallorca.
La parte inferior del solar queda en su estado natural, asilvestrado, como si simplemente el edificio se hubiera posado sobre el solar buscando así un contraste intencionado entre la definida geometría ortogonal de la edificación y la orografía irregular del terreno, enfatizando la intención de situar la vivienda en el paisaje menos inmediato.

Constructivamente este proyecto arquitectónico se resuelve con una estructura monolítica de muros pantalla y losas de hormigón armado que permiten suspender la vivienda en el aire. 

Los materiales elegidos son principalmente naturales como revocos a la cal en color blanco que realza el carácter único de la edificación, pavimentos de piedra natural abujardada y envejecida y madera para dotarla de calidez.
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