Campos Casa Dove

Tradición y diseño en un espacio luminoso, sobrio y equilibrado en el que el tiempo se detiene.

En este ambicioso proyecto abordamos la rehabilitación integral de una vivienda rústica del s. XVII. 


La vivienda se encuentra en un solar agrícola en la zona de Campos, municipio  situado en el sureste de Mallorca, fundado a principios del S.XIV cuando se establecieron los principales pueblos de la isla tras la reconquista a los musulmanes. Este municipio, tradicionalmente muy ligado a la agricultura por sus tierras fértiles hasta hace pocos años, es hoy zona muy deseada por su proximidad a algunas de las mejores playas de Mallorca.



El solar donde se encuentra situada la vivienda es llano y próximo a un camino que conduce a la playa de Es Trenc. 

CONDICIONANTES PREVIOS

Cuando nos encargaron el proyecto la vivienda se encontraba en situación de ruina; no se había realizado ninguna intervención desde su construcción inicial, con las cubiertas parcialmente derruidas y de la que apenas quedaban los muros de mampostería de las fachadas y parte del forjado intermedio.


La vivienda original era una construcción de dos alturas en la que destacaban los muros de fachada, construidos del modo tradicional en adobe y piedra local.


También destacaba por una escasa altura entre forjados siendo en planta baja de apenas dos metros. La altura entre la planta baja y la cumbrera alcanza en total casi los cinco metros.


La escasa altura de los forjados, junto con las pocas aperturas de fachada creaba unos espacios oscuros y casi opresivos.


La fachada de acceso, construida con mampostería, destaca por una puerta de entrada formada por un dintel de piedra de una sola pieza apoyado sobre las dos jambas, también de piedra.encontramos también dos pequeñas aperturas colocadas de manera aparentemente aleatoria, a media altura del muro.



RETOS

Nuestro despacho de arquitectura aborda este proyecto planteando importantes desafíos:


El principal reto es respetar el sobrio y casi monacal aspecto original de la fachada de acceso en su estado actual para mantener la esencia de la vivienda y un vínculo fuerte con su origen.


El segundo desafío arquitectónico es conseguir un interior diáfano y luminoso que permita disfrutar en el interior del recorrido del sol a lo largo del día y las diferentes estaciones.


Por último, buscamos también crear un contraste entre lo que percibimos al aproximarnos al edificio y lo que se nos muestra una vez atravesamos la puerta de entrada.


SOLUCIONES
Optamos por no intervenir en la fachada de acceso, simplemente hacer una limpieza superficial para mantenerla absolutamente fiel a su estado original.

Nuestra intervención en el interior resulta transformadora con dos acciones decisivas:

De una parte, eliminamos en gran parte de la vivienda el forjado intermedio para dotar al espacio de mayor amplitud. La altura de los forjados, que en la cumbrera alcanza casi los 5 metros da la espacio un aspecto singular. 

Por otra parte, creamos un patio acristalado como recurso para iluminar de manera natural el interior de la vivienda. Mediante la apertura este hueco en la cubierta tradicional de teja árabe incorporamos una parte del exterior al interior, dando calidez y luz natural a la gran zona de día que se articula en torno al patio que se convierte en el nuevo protagonista. 

En el interior predominan los materiales nobles y naturales como son la piedra y la madera en tonos claros que se combinan con el blanco. Se descubre gran parte la piedra que conforma los muros de fachada.

El resultado es un espacio diáfano, luminoso, sobrio y equilibrado en el que el tiempo se detiene.

Share by: