Sant Tomás en Costa d'en Blanes en Calvià

Combinación de luz y espacios abiertos 
La urbanización de Costa d´en Blanes es una zona residencial donde predominan las viviendas unifamiliares de residencia permanente o segunda residencia del turístico municipio de Calvià, en la isla de Mallorca.

Nuestro proyecto arquitectónico se sitúa sobre unas colinas muy próximas a la costa donde podemos encontrar el exclusivo puerto deportivo de Puerto Portals.

Se trata de un solar de pronunciada pendiente que desciende hacia el norte y su orientación norte. El acceso, tanto peatonal como rodado, se realiza desde la zona de menor altura del solar. Tiene vistas despejadas hacia el norte, mirando a otra de las colinas de la urbanización, y hacia el noreste tiene vista hacia el mar Mediterráneo.
En este proyecto nuestro despacho ha buscado crear una vivienda de grandes espacios diáfanos, muy abierto al exterior tanto visual como físicamente. 

La vivienda se plantea en tres alturas. La inferior se destina como garaje para los vehículos que colecciona el propietario y una sauna, una planta baja donde se realiza la mayor parte de la actividad de día proyectamos un espacio diáfano que se articula alrededor de un patio acristalado y la planta superior donde encontramos los dormitorios con baño en suite.
Predomina en la fachada un cerramiento de grandes ventanales correderos de forjado a forjado que, una vez abiertos, permiten entender la casa como un gran porche abierto para disfrutar la vivienda durante los largos períodos de clima benigno de la isla de Mallorca. 

El protagonismo de este proyecto arquitectónico es la permeabilidad entre el paisaje y la vivienda.

Como eje alrededor del cual se organiza la vivienda se propone un patio acristalado que permite la entrada de luz directa desde el sur.  Integrando naturaleza y construcción en este patio con un olivo, árbol de cultivo típico del Mediterráneo.
La cocina es abierta al espacio, de líneas sencillas y materiales nobles, con acabados en madera que dan calidez a la planta baja y que permite ver a través de ella la bodega de vinos.

En la sala de estar destaca una pared de piedra sin juntas que es un guiño a las paredes de piedra caliza típicas de la isla de mallorca.

En la planta inferior se propone un suelo de piedra gris zarci tanto en el interior como en el exterior, para dar continuidad al espacio y aumentar la percepción de que no existe distinción entre el interior y el exterior. 

Las escasas puertas son en blanco sin tapajuntas quedando totalmente mimetizadas en la pared.
La escalera es metálica, liviana visualmente, con los peldaños terminados en madera, permite la continuidad de espacios.

En la planta de dormitorios los suelos son de madera creando una atmósfera más cálida y los grandes ventanales nos integran con el paisaje.

La combinación de luz y espacios abiertos hace de esta casa un lugar especial en el que vivir.


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