El objeto de nuestro proyecto de arquitectura es una casa unifamiliar construida a principios del S.XX.

Una de las singularidades de la propiedad es la topografía del terreno, que proporciona unas increíbles vistas a la bahía de Palma por lo que el arquitecto en el momento de la construcción desarrollo la vivienda en varios niveles.

Accedemos desde la calle al aparcamiento y un primer tramo de escaleras nos sitúa en el nivel del jardín.

En este nivel inicialmente nos encontrábamos un jardín con algunos árboles frutales y una fachada sin aberturas que resultaba un tanto inhóspita y desconectada de la vivienda. Nuestros arquitectos incorporan aquí una piscina y un porche de brezo con unos sofás que rompe la monotonía de esa gran pared pero, sobre todo, adquiere protagonismo al transformarse esa zona muy poco utilizada en un rincón acogedor con sombra fresca para disfrutar de la piscina con la familia y amigos los calurosos días de verano.

En la planta intermedia hay un pequeño apartamento que se habilita como zona de invitados y da acceso, desde un pequeño distribuidor, al viejo aljibe que se transforma en un cuarto de juegos con una insonorización absoluta respecto a la vivienda.

Sobre esta planta encontramos la vivienda principal en dos alturas.

Originariamente nos recibía un hall de entrada de doble altura y una gran escalera que resultaban de un tamaño quizás desproporcionado para las dimensiones de la vivienda y alrededor del cual de forma un tanto laberíntica encontrábamos las diferentes estancias e incluso una segunda escalera, de servicio.

Nuestros arquitectos plantean la redistribución de todas las estancias de noche en la planta superior eliminando toda la compartimentación existente en la zona de día para potenciar al máximo la sensación de amplitud en la vivienda. 

En la planta baja se han eliminado las paredes intermedias y escalera de servicio creando así un gran espacio de estar comedor y cocina articulado que potencia la verticalidad de la doble altura. 

Para mejorar la calidad de la luz natural en el interior de la vivienda, nuestro despacho de arquitectura proyectó grandes aberturas en la planta principal, tanto en fachada principal y como en la opuesta del patio trasero, que inundan de luz la zona de salón y comedor a la vez que permite largas visuales a través de la vivienda que comunican visualmente el patio posterior con el jardín principal. Estos espacios interiores quedan separados entre sí de un modo delicado para no interferir en la percepción del espacio. Una chimenea abierta a dos caras separa el estar del comedor y un mueble con puertas reutilizadas de la vivienda original separa el comedor de la cocina. 

La combinación de luz y espacios abiertos lograda es sin duda la máxima expresión de lujo de nuestros tiempos.

Los materiales utilizados son naturales, combinando piedra natural con madera y paredes blancas.

Se han mantenido y recuperado antiguos elementos como las puertas de las habitaciones procedentes de antiguos monasterios castellanos, la vieja alacena de la cocina que pasa a tener un papel protagonista en el comedor o conservando en el salón parte de las baldosas hidráulicas artesanales que formaban el pavimento original.

El resultado es una casa con mucha personalidad en la que alcanzamos equilibrio y armonía entre el pasado señorial de la casa y un diseño atractivo, moderno y funcional para ser vivido por una gran familia.