Casa MH rehabilitación e interiorismo en Santanyí

Reconstrucción donde conviven tradición y diseño

El objeto de intervención es una antigua vivienda con dependencias agrícolas anejas dentro del casco antiguo de Santanyí, Mallorca.


El edificio hace esquina y tiene la fachada principal a una plaza y otra fachada a una pequeña calle sin salida de acceso a unas casas vecinas. La tercera fachada da al patio posterior. 


Originalmente el edificio estaba constituido por dos volúmenes. Una planta baja y piso que da a la plaza, donde se encontraba la vivienda, y otro de casi 6 metros de alto, con acceso desde la pequeña calle lateral, donde había las dependencias agrícolas.


Al fondo del solar hay un patio en el que encontramos un aljibe de agua de grandes dimensiones.


El edificio se encuentra sobre roca de Santanyi, una roca arenisca de gran resistencia. Bajo la zona de la entrada a la vivienda existe un pequeño sótano con las paredes de piedra viva donde todavía pueden verse la huella cincelada de la excavación manual que se realizó originalmente.

Nuestro análisis pericial revela un edificio con serios problemas estructurales tras varias décadas de abandono.

Desde un punto de vista constructivo nos enfrentamos a la demolición integral del interior del edificio manteniendo los muros de carga de las fachadas y la reconstrucción de los volúmenes.

Las paredes antiguas se trabajan para descubrir la piedra original de la mampostería. Las paredes nuevas son lisas y blancas, creando un contraste entre lo antiguo y lo nuevo.

En el volumen junto a la plaza se construyen tres alturas (la última retranqueada para mantener el aspecto de la fachada principal) que alberga los dormitorios y el núcleo de escalera.

Una gran caja de luz recorre el edificio desde la parte superior hasta el nivel de planta baja iluminando todos los recorridos dentro de la vivienda.

El cambio de la luz, directa e indirecta, a lo largo del día y las estaciones hace que esta solución arquitectónica convierta el espacio interior en un espacio vivo que varía según cada momento. 
Convertimos la antigua zona agrícola en la zona de estar donde comedor y cocina son abiertos y se relacionan entre sí.
Se abren dos grandes ventanales hacia el patio y se conserva un antiguo arco de marés (piedra arenisca típica mallorquina) sobre el que se apoya ahora un espacio a modo de balcón sobre la estancia principal de la vivienda.

En el patio hay una pequeña piscina, con el fondo en tonos oscuros, sobre el que cae agua a modo de fuente.

En el apartado interiorismo, los acabados predominantes son antiguas paredes de piedra en contraste con nuevas paredes en blanco puro y maderas seleccionadas.

La luz como hilo conductor del proyecto, los materiales naturales y detalles como la vibrante fuente de la piscina llenan la casa de vida transmitiendo sensación de paz y armonía. 

El resultado es una casa que respira diseño conservando el encanto de la antigua edificación, respetando sus elementos significativos, con todas las ventajas y comodidades de una edificación nueva pensada para ser disfrutada todo el año.


Share by: