Otro importante requerimiento es que la vivienda pueda ser utilizada tanto por la pareja propietaria como por los eventuales invitados que puedan tener, incluso llegando a funcionar como casa independiente cuando únicamente está siendo utilizada por la pareja.

Es por ello que se plantea una distribución del programa interior en base a las dos vertientes de cubierta.

En la zona orientada al sur, con la mejor orientación y con vistas al jardín, se encuentran las estancias que tendrán un mayor uso a lo largo del año, como la sala de estar, el comedor, la cocina y el dormitorio principal con baño en suite.

En la vertiente hacia el norte encontramos varios dormitorios.